En esta primera entrada veremos cómo hacer para dejar de temblar al exponer en público o minimizar el nerviosismo al máximo posible.
La primera clave es pensar ¿a qué le temo?. Generalmente tenemos miedo a las opiniones o críticas de nuestro público, incluso a la evaluación de nuestro maestro. Eso hace que nos ponga nerviosos y aparezca ese sudor frío que recorre nuestra piel. No temáis amigos, esto es algo natural. Lo podemos solucionar pensando e interiorizando que no pasa nada, que nadie te va a juzgar si te equivocas, que peor lo harías si no lo intentases... ¡que tú puedes!.
Otros de mis consejos es que lleves el temario bien estudiado y practicarlo días antes de entrar al aula. Con ello conseguiremos eliminar gran parte de las inseguridades con las que nos podemos encontrar.
Respira, respira profundamente, hasta llegar a un estado de relajación absoluto y piensa que nadie te vence, que estás muy cerca de la meta y de ese diez que tanto deseas y nada te va a parar para conseguirlo. Eso sí, no deberías de mostrar tu inseguridad, ni mencionar frases tales como "estoy nervioso", además de evitar esos micro picores que suelen aparecer en el momento menos indicado.
Mi último consejo sería que no tengas las manos tan separadas ni gesticules tanto ya que eso es una muestra de nerviosismo y cuanto más juntas tengas las manos, mejor. (Algunos recomiendan llevar algún artilugio en la mano como puede ser el mando del proyector o un bolígrafo ya que cuando exponemos un tema no sabemos dónde meter las manos, algunas veces, hasta nos molestan).
Mira a tu alrededor; no fijes tu intensa mirada en una persona sola ni en ningún objeto de la sala y recuerda, es tuya esa exposición, tómate la libertad para moverte de un lugar a otro y no te quedes parado o parada en una única zona de la sala.
Por último, sonríe. Conquista a tu público con la sonrisa. Convéncete que puedes con esa sonrisa, siéntete seguro o segura con lo que estás haciendo. Tómate el privilegio de hacer alguna gracia de vez en cuando o ríete incluso de tus fallos.
Una vez que me has hecho caso solo queda decirte querido amigo, mucha suerte en tu presentación.